Los tiempos están revueltos, nadie entiende lo que ocurre, los ejércitos se pertrechan y la diplomacia parece inútil.
La familia Vakki, del clan Otokodate, vive inmersa en sus negocios realizando periódicamente misiones comerciales con su flota, portando grandes cantidades de carbón y piedra caliza. Susumu Vakki , el líder del clan, ha aprendido mucho durante años al frente de la familia Vakki y sabe que un único barco resulta indefenso, por lo que prefiere como garantía de éxito realizar largos viajes, con numerosos barcos y una fuerza de defensa en cada uno de ellos.
Susumu Vakki es un hombre sabio y paciente, lidera al clan sin olvidar su historia, apoyándose en su posición dentro del consejo del Han para ampliar su poder comercial en la región. Conoce muchos puertos donde su mercancía es gratamente valorada y sabe de otros, donde encontrar bienes de interés a los mejores precios. Ha creado nuevas rutas para viajar a lo largo de la costa de Hymukai, aprovechando los vientos de cada estación y las mareas cambiantes.
Isamu Kawaguchi, un viejo y sabio Ronin, capaz de las mejores estrategias y acostumbrado a las batallas navales, lidera la misión comercial desde hace diez años. Llegó ante Sasumu, hace ya cerca de veinte años, ofreciéndose como soldado en busca de honor. Kawaguchi demostró su valía pronto, liderando la defensa del puerto, tras la muerte del hermano de Sasumu, general del ejército Vakki, a manos de Shirahama, quien comandaba el asalto Wako a la bahía de Beppu.
Isamu y sus hombres zarparon de Beppu, el principal puerto de Momonga, hace ya 2 meses camino de Komorebi por mandato de Sasumu, quien los despidió en el puerto, como acostumbraba a hacer siempre. La primera parada para comerciar sería en Setsunai, a dónde llegaron tras dos semanas de travesía. Desde allí partía, por el Camino del Norte, una parte de las mercancías y hombres. El resto, continuarían viaje por mar hacia el este de la isla con el fin de proseguir con la misión comercial.
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Hace semanas, durante una jornada de caza junto a miembros de otra familia Otokodate al Norte de Hanasu, Isamu se encontró con la dura imagen de un pueblo arrasado, donde solo encontraron un único superviviente, un anciano medio senil que hablaba de como un grupo de samuráis había llegado al pueblo días atrás, y había acabado con todo el pueblo. La historia parecía encajar con las noticias sobre revueltas en la zona de Ido, limítrofe con la provincia de Hanasu. Lo que no tenía ningún sentido era la parte en la que divagaba sobre el aspecto de los samuráis, pues parecía recordar que contaban con ropas arapientas y sus cuencas de los ojos estaban vacías. Pero lo peor fueron los murmullos que los hombres locales que cazaban junto a Isamu, hablando de que no era el primer ataque reciente de ese tipo de seres.
De vuelta al puerto, y tras solicitar más información sobre la veracidad de dichos rumores, Isamu se ha visto obligado a pesar de sus reticencias a la utilización de los poderes místicos, a solicitar la presencia de Kohana, la Onmyouji del Clan, lo antes posible. Sería la primera vez que ambos comparten batalla, pero necesita defender a los suyos de los poderes oscuros y el sabio Sasumuconfía en ella, por lo que no debería dudar de su poder.
Actualmente, la flota se encuentra fondeada en algún lugar, entre las regiones de Hida y Hanasu, como se ha informado mediante palomas, a la espera de la llegada de Kohana. El viaje proseguirá camino de Ido, última parada para comerciar y de donde debe comenzar la vuelta a casa. Se espera que los barcos atraquen de nuevo en Beppu dentro de 4 meses.
Junto a Kohana, Kyojin y sus hermanos viajan a la Isla continente como guardaespaldas personales de la Onmyouji, a la espera de enfrentarse a cualquier Wako que desee atacar a la comitiva durante su viaje por mar para encontrarse con el resto de la misión comercial. El gigante Kyojin sigue buscando la venganza de su pueblo frente a los piratas, pero no rechazará cualquier combate digno, y está seguro de que sus hermanos no le fallarán.
Sasumu Vakki mira preocupado por la ventana de su casa natal en lo alto de la colina de Iwaki, ciudad de origen del clan. Desconoce si Kohana conseguirá llegar a tiempo, o si llegará al menos. Solo espera, que de ser necesario, el ejército que la acompaña a bordo sea suficiente para reforzar a los hombres de Isamu en las posibles batallas que deban enfrentar.
El duro invierno se aproxima, y esos barcos deben traer arroz para alimentar a toda la región, los almacenes están preparados, pero si algo sale mal, la situación se complicará, y eso es algo que el consejo del Han no perdonaría facilmente.